La estadística fue desarrollada por el National Cyber Security Index (NCSI), un índice que mide la preparación de los países para enfrentar las amenazas cibernéticas e incidentes de seguridad.
El NCSI se publica anualmente y es un ranking de los diferentes países del mundo en el que se evalúa su nivel de ciberseguridad, la preparación para prevenir amenazas, las normativas legales que se contemplan y el control ante potenciales incidentes de seguridad.
En ese sentido, nos encontramos que la región latinoamericana está representada por varios países del continente.
Chile se transformó en el país más alto dentro del índice, ubicándose en el puesto 25 a nivel mundial. Apenas dos puestos abajo está Uruguay (27), Argentina (31) y México (42).
El ranking es liderado por amplia diferencia por República Checa, con un puntaje de 98/100, seguido de Polonia, Bélgica, Australia, Estonia, Australia, Estados Unidos, Moldavia, Canadá y Países Bajos, quienes completan el Top 10.
La ubicación de cada país es determinada mediante tres categorías: estrategia de ciberseguridad, prevención y reacción. También existen otras 12 capacidades y 49 indicadores que aumentan la precisión de este ranking, evaluando la importancia y asignando valores de acuerdo con la evidencia generada.
La razón del exponencial aumento de Chile en el índice se basa en los laboriosos avances en términos legales. Recordemos que es el único país latinoamericano que cuenta con una ley en el marco de seguridad, sancionada en 2023 y que ha permitido aumentar sustancialmente la cantidad de oportunidades y puestos laborales allí.
«Las instituciones educativas están muy bien preparadas, contando con tecnología de vanguardia y eso hace que sea muy atractivo estudiar este tipo de carreras, las cuales se están posicionando muy bien en el mercado», menciona Janeth González, quien tiene un papel destacado como jefa disciplinar del área de redes, telecomunicaciones y ciberseguridad dentro del Instituto Profesional (IACC).
Dicho sea de paso, Chile cuenta con los salarios más altos de la región en este ámbito. Un ingeniero en ciberseguridad podría estar recibiendo entre $2.100 y $2.500 dólares, mientras que puestos más elevados en la pirámide jerárquica de una organización pueden percibir una remuneración máxima de $8.000 dólares.