Los programas cazarrecompensas representan una de las formas más útiles de identificar y reportar vulnerabilidades a cambio de un premio económico para los investigadores de seguridad y hackers éticos.
El Bug Bounty no es un concepto nuevo. La historia de estos programas se remonta a mediados de los años 90, cuando Netscape lanzó uno de los primeros planes para encontrar vulnerabilidades dentro de su navegador. Desde entonces, han evolucionado significativamente, incluyendo la incorporación de empresas como Google, Microsoft y Facebook adoptando estos programas y ofreciendo sustanciales recompensas para quienes encuentren fallos de seguridad en sus sistemas.
¿Qué es el Bug Bounty?
Este término se refiere directamente a los programas que aplican las organizaciones para que los especialistas de seguridad identifiquen y reporten vulnerabilidades dentro de sus productos, servicios o aplicaciones. A cambio de este esfuerzo, los usuarios que encuentren algún fallo serán recompensados con un premio, el cual puede ir desde dinero, créditos, productos gratuitos o reconocimiento público.
La recompensa normalmente varía dependiendo de qué tan crítica sea la vulnerabilidad. Cuanto más grave sea la falla de seguridad, más alto será el premio para el investigador.
La idea de crear este tipo de programas parte de varias necesidades. Una de ellas es que las compañías necesitan estar constantemente al tanto de las vulnerabilidades que tienen sus productos, y en lugar de tener un equipo destinado a ello y que tiene que ser remunerado recurrentemente, se puede apuntar a un investigador freelance dedicado al Bug Bounty para solucionar los inconvenientes.
Para los hackers éticos representa una excelente oportunidad ya que es un desafío constante y tedioso, pero que es muy bien pago por las empresas.
¿Cómo funciona un programa de Bug Bounty?
Es frecuente que sea la empresa quien establezca las reglas del programa, especificando qué productos o servicios pueden ser auditados, qué tipos de vulnerabilidades son consideradas válidas y cuál será el rango de las recompensas en caso tal que se descubra un fallo de seguridad.
Existen diferentes tipos de vulnerabilidad, que pueden ir desde fallos en la web que permiten inyectar código malicioso, problemas en bases de datos, ejecución remota de comandos, fugas de información, errores de configuración, entre otros.
También es crucial especificar las políticas respecto a la divulgación responsable de la información. Esto significa que existe un pacto confidencial entre la compañía y el investigador, de tal modo que este último debe informar primero a la empresa antes de hacer pública la vulnerabilidad, lo que otorga un plazo suficiente a la organización para que la solucione.
En muchas ocasiones los programas de Bug Bounty son pactados para dentro de un evento de forma libre, donde los interesados compiten entre sí para ver quien encuentra primero una vulnerabilidad crítica. Por otro lado, pueden ser invitados o seleccionados particularmente en caso tal de que los programas tengo un estilo más bien privado.
Cuando un usuario encuentra una vulnerabilidad, la misma debe ser reportada siguiendo un formato detallado, que generalmente incluye una descripción del fallo, el impacto potencial que tiene sobre los sistemas y, en ciertas ocasiones, los pasos a seguir para solucionarla. Este informe luego es derivado a la sección correspondiente de la compañía para que pueda ser resuelta a tiempo. Tras ello, el investigador es recompensado según la severidad del fallo.
¿Qué beneficios tiene?
Los programas de Bug Bounty ofrecen numerosos beneficios tanto para las empresas como para los investigadores.
Para las organizaciones, estos programas les permiten detectar fallos que podrían haber pasado desapercibidos, mejorando de gran manera la seguridad de los productos. Además, existe un marcado ahorro de costos, ya que contratar a un equipo interno para realizar auditorías de seguridad exhaustivas tiende a ser más elevado.
Para los expertos de seguridad y hackers éticos, participar de esta clase de programas es una forma absolutamente legítima de obtener dinero y/o reconocimiento entre la comunidad de ciberseguridad. En adición, pueden poner a prueba sus habilidades técnicas, así como también construir una carrera en el campo.
A pesar de los beneficios que trae un programa de Bug Bounty, jamás puede sustituir a las auditorías de seguridad tradicionales, ya que estas últimas suelen tener un enfoque mucho más amplio y no tan centrado en las vulnerabilidades de software. Además, depende mucho de la participación voluntaria y no garantizan que todos fallos sean encontrados.
En definitiva, el Bug Bounty ha demostrado ser una herramienta eficaz para mejorar la seguridad dentro de un entorno digital cada vez más complejo. Gracias a la ayuda de la comunidad global de investigadores, muchas de las vulnerabilidades han sido reportadas a tiempo, evitando así una tragedia cibernética.