La agencia de seguridad más importante de los Estados Unidos, junto con otras orientadas a inteligencia, concluyeron este lunes que el gobierno del país del medio oriente orquestó un ataque dirigido a desestabilizar la campaña electoral del ex mandatario.
Para el FBI, tanto la campaña de Donald Trump como la del Partido Demócrata, se han visto afectadas por una interferencia cibernética de Irán en un intento de influir en el proceso electoral de Estados Unidos.
«Hemos visto una actividad de Irán cada vez más agresiva durante este ciclo electoral», menciona en un comunicado la Oficina Federal de Investigación. «Incluye específicamente operaciones de influencia dirigidas al público estadounidense, así como también hacia las campañas presidenciales».
En la investigación también han participado al Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) y la Agencia de Seguridad Cibernética y de Infraestructura (CISA), ambas con una fuerte presencia de cara a la seguridad de los próximos comicios en el país.
Contra la campaña de Trump se han detectado intentos de comprometerla mediante ingeniería social y otros esfuerzos, haciendo énfasis en los informes que detectaban que se había recibido mensajes de correo electrónico con suplantación de identidad y posibles vulnerabilidades de su compañero de fórmula, J.D. Vance.
«Esa actividad, incluyendo también los robos y revelaciones, tiene como finalidad influir en el proceso electoral de Estados Unidos», aseguraron las agencias implicadas.
Lo cierto es que nuevamente se observa la presencia de un agente extranjero participando en una elección nacional, algo que ya se había replicado en los comicios del 2016 con la supuesta influencia de Rusia, empleando tácticas en los diferentes ciclos electorales federales, también en otros países del mundo.
«Irán percibe las elecciones de este año como particularmente trascendentales en términos de un posible impacto que podría tener sobre sus intereses de seguridad nacional», considera el FBI, agregando además que ha estado siguiendo este tipo de actividades y contactándose con los afectados.
«No vamos a tolerar esfuerzos extranjeros que busquen interferir en nuestras elecciones, incluyendo cualquier ataque a las campañas políticas estadounidenses», cierra la Oficina Federal.
Las elecciones para elegir al próximo presidente de los Estados Unidos están pactadas para el Martes 5 de Noviembre.