Ocurrió en la localidad de Rosario, Argentina y tomó dicha medida debido a que sintió que su trabajo no era apreciado dentro de la compañía, además de otras irregularidades.
Abandonar una organización de mala manera no es un buen reflejo para ninguna de las dos partes, aunque generalmente no se toman en cuenta las represalias que puedan venir desde el empleado/a.
En este caso particular, la muchacha describió los eventos a través de su cuenta de Tiktok, donde mencionó las irregularidades que sufría dentro de su trabajo, incluyendo la falta de un contrato formal y el bajo nivel salarial.
«Dos años trabajando de manera informal y me despiden por pedir un aumento. Si mi trabajo no vale, ya te vas a enterar cuánto cuesta digitalizar y automatizar todo», describió explícitamente la mujer.
La base de datos en cuestión, la cual era perteneciente a una empresa odontológica, contaba con muchos registros digitalizados y fácilmente accesibles.
Sus actos generaron críticas de todos los tipos. Desde algunos que justificaban su accionar hasta otros que pedían por medidas legales.
Según su palabra, decidió devolver posteriormente la base de datos en complacencia con los clientes y pacientes potencialmente afectados por la falta de registros médicos de fácil acceso, ya que únicamente tendrían el formato físico y en papel.
Quedan dudas acerca del por qué la compañía brindó esos permisos clave hacia una empleada, sin tener en cuenta las posibles situaciones que puedan derivar.
El borrado de una base de datos puede implicar muchas consecuencias. Desde pérdida de datos críticos, interrupción del negocio, impacto financiero, daño ala reputación, implicaciones legales para el empleado, así como también una pérdida de ventaja competitiva.
Las mejores medidas siempre serán preventivas y es mejor instar a las empresas a seleccionar un personal reducido para que tenga dicho acceso, realizando monitoreos y auditorías con frecuencia.